Pilar Manchón: La inteligencia artificial redefine el trabajo a un ritmo sin precedentes

Pilar Manchón

La inteligencia artificial (IA) está transformando el mercado laboral con una rapidez que supera cualquier cambio histórico, según Pilar Manchón, directora senior de Estrategia de Investigación en Google AI. En una reciente declaración, afirmó: «Cada revolución industrial ha transformado empleos, no los ha eliminado, pero esta vez el cambio es exponencialmente más rápido». Esta perspectiva combina optimismo con un llamado urgente a la adaptación, destacando cómo la IA no solo automatiza, sino que impulsa nuevas formas de trabajo y creatividad. Este artículo explora cómo la IA está remodelando los empleos, compara su impacto con revoluciones pasadas, analiza ventajas y desafíos, presenta roles emergentes y ofrece claves para prepararse ante esta revolución laboral.

Pilar Manchón: Cómo la IA está redefiniendo los empleos y los sectores más impactados

La inteligencia artificial está cambiando la esencia del trabajo al automatizar tareas repetitivas y analíticas, permitiendo a los profesionales centrarse en labores creativas y estratégicas. Sectores como el comercio minorista, la hostelería, el transporte y la gestión administrativa son los más afectados, con hasta el 60% de los empleos en riesgo de transformación en economías desarrolladas. En finanzas, la IA optimiza predicciones y reduce errores, mientras que en manufactura agiliza procesos productivos. Sin embargo, sectores como la agricultura o la construcción, que dependen de tareas físicas complejas, resisten más a la automatización, aunque ya incorporan herramientas como drones y sistemas predictivos.

Comparación con revoluciones industriales: un cambio a velocidad récord

A diferencia de la Revolución Industrial del siglo XVIII, que mecanizó el trabajo manual durante décadas, o la era digital de los 80, que introdujo computadoras lentamente, la IA opera a una velocidad vertiginosa gracias a su capacidad de aprendizaje autónomo y su escalabilidad global. Mientras las revoluciones pasadas permitían transiciones graduales, la IA podría transformar el 40% de los empleos mundiales en menos de diez años, afectando incluso profesiones de alta cualificación como la abogacía o la medicina. Esta rapidez amplifica el riesgo de desigualdades, ya que las economías menos preparadas podrían quedar rezagadas frente a las más avanzadas.

Ventajas y desafíos para trabajadores, empresas y gobiernos

Para los trabajadores, la IA ofrece oportunidades como un aumento de hasta el 40% en la productividad y acceso a roles más creativos, especialmente para jóvenes con menos experiencia. Sin embargo, el desplazamiento laboral –con millones de puestos en riesgo– y la presión por adaptarse rápidamente generan incertidumbre. Las empresas se benefician con mayor eficiencia e innovación, pero enfrentan obstáculos como la escasa comprensión de la IA y la necesidad de invertir en formación continua. Los gobiernos, por su parte, deben regular el uso ético de la IA, crear redes de seguridad social y garantizar infraestructuras digitales, un desafío mayor en países en desarrollo donde la adopción tecnológica es más lenta.

Roles que evolucionan y emergen con la IA

La inteligencia artificial está redefiniendo empleos tradicionales y creando otros nuevos. Por ejemplo, los analistas administrativos ahora supervisan sistemas automatizados, mientras que conductores de transporte colaboran con tecnologías de conducción autónoma. Entre los roles emergentes destacan los especialistas en ética de IA, responsables de garantizar un uso responsable, y los ingenieros de prompts, que diseñan instrucciones precisas para modelos de IA. En el sector salud, herramientas como las que predicen estructuras proteicas han generado puestos para médicos que integran IA en diagnósticos personalizados. En marketing, los chatbots manejan interacciones rutinarias, liberando a los profesionales para estrategias de alto impacto creativo.

Cómo prepararse para el mercado laboral del futuro

Adaptarse a la IA requiere un enfoque proactivo. Los trabajadores deben priorizar el aprendizaje continuo, aprovechando plataformas digitales para adquirir habilidades en programación, análisis de datos o fundamentos de IA. Las empresas necesitan fomentar la colaboración humano-máquina, invirtiendo en programas de reskilling que actualicen a sus equipos. Los gobiernos, por su parte, deben promover políticas inclusivas, como subsidios para formación y regulaciones que equilibren innovación con equidad social. Pilar Manchón enfatiza la responsabilidad: «Hagámoslo bien, no solo rápido», abogando por un enfoque que priorice el impacto positivo en la sociedad. Habilidades humanas como la empatía, el pensamiento crítico y el liderazgo serán clave para complementar la IA en un mercado laboral en constante evolución.

En conclusión, la inteligencia artificial, como destaca Pilar Manchón, no es una amenaza, sino una oportunidad para un «nuevo Renacimiento laboral». Con preparación y responsabilidad, trabajadores, empresas y gobiernos pueden convertir esta transformación acelerada en un motor de progreso, creando un futuro donde la tecnología amplifique el potencial humano sin dejar a nadie atrás.

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